El cáncer doctrinal de Tucho Fernández –


El nuevo documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, firmado por Víctor Manuel “Tucho” Fernández, niega los títulos de Corredentora y Mediadora de todas las gracias a la Virgen María. Con ello, el prefecto argentino da un paso más en su cruzada modernista contra la tradición y la fe mariana, traicionando siglos de devoción, enseñanza teológica y magisterio de los santos.

Un nuevo ataque a la Madre de Dios

Víctor Manuel Fernández, conocido por sus escritos escandalosos y su papel en la redacción de Fiducia Supplicans, ha vuelto a sembrar confusión. Esta vez lo hace al publicar un documento que despoja a la Virgen María de sus títulos más sagrados: el de Corredentora y Mediadora de todas las gracias.

Según el texto, estos títulos serían “teológicamente imprecisos” y “pastoralmente inconvenientes”. En otras palabras, el hombre encargado de custodiar la fe pretende corregir a los santos, a los doctores de la Iglesia y a los mismos papas que, durante siglos, han exaltado la misión única de María en la historia de la salvación.

Negar la corredención: negar el corazón del misterio cristiano

Decir que María no es Corredentora equivale a negar su unión inseparable con Cristo en la obra de la redención. Ella no es una “rival” del Redentor, sino su perfecta colaboradora, aquella que ofreció su cuerpo, su alma y su dolor por la salvación del mundo.
San Juan Pablo II lo explicó con claridad en Redemptoris Mater:

“María fue asociada de modo singular a la obra redentora de su Hijo.”
San Pío X la llamó “reparadora del mundo caído”, y Benedicto XV declaró que “ella sufrió y casi murió con su Hijo sufriente y moribundo, renunciando a los derechos de madre sobre su Hijo por la salvación de los hombres”.

Frente a semejante testimonio, lo de Tucho Fernández no es prudencia ni precisión teológica. Es una herejía revestida de diplomacia.

Los sacerdotes fieles levantan la voz

Mientras muchos callan por miedo o conveniencia, sacerdotes fieles no dudaron en responder.
El Padre Jaime Mercant Simó escribió en X:

El Padre Javier Olivera Ravasi también puntualizó que la nota “tiene carácter orientativo-magisterial, no dogmático”, dejando claro que los fieles no están obligados a aceptar esta negación.

El Padre Tomás Agustín Beroch también habló al respecto, brindando a sus “parroquianos digitales” fuentes y textos que pueden ayudar a aclarar lo que el texto del Tucho oscurece.

El rostro del modernismo

Tucho Fernández es, sin duda, el rostro más visible del modernismo dentro del Vaticano. Su pensamiento disuelve lo sobrenatural, suprime el lenguaje del sacrificio y reinterpreta la fe bajo la lógica de la “pastoralidad inclusiva”.
San Pío X, en Pascendi Dominici Gregis, describió proféticamente este mal:

“El modernismo es la síntesis de todas las herejías.”
Nada más actual. Al negar la corredención, Fernández continúa la demolición espiritual que inició al relativizar la moral sexual y la naturaleza del matrimonio. Ahora apunta a lo más intocable: la maternidad espiritual de María.

María, la verdadera Mediadora

La Virgen no es fuente de gracia —eso solo pertenece a Dios—, pero todas las gracias pasan por sus manos. Ella es el canal elegido por la Providencia, la intercesora perfecta, la nueva Eva que coopera con el nuevo Adán. Negar su mediación es negar la economía divina tal como la reveló Cristo mismo desde la cruz:

“Mujer, he ahí a tu hijo… He ahí a tu madre.” (Jn 19, 26-27)
En esas palabras, el Redentor instituyó a María como madre y mediadora de la humanidad. Nada en la historia del Magisterio puede anular eso.

La Iglesia atraviesa una noche oscura, donde los mismos encargados de custodiar la fe parecen trabajar por diluirla. Pero la Virgen no necesita la aprobación de Tucho Fernández: su realeza y su misión corredentora están inscritas en el corazón del Evangelio.
Los fieles que aman a la Iglesia deben resistir la confusión, permanecer unidos en la verdad y rezar para que Dios libre a su pueblo del cáncer doctrinal que corroe el cuerpo eclesial desde dentro.

Y como dijo San Bernardo de Claraval, doctor mariano por excelencia:

“De María nunca se dirá bastante; quien la honra, glorifica a su Hijo.”


Vanya Thais

Editor

Católica. Esposa y Madre. Periodista y Directora de VotoCatólico USA. Maestrando en Relaciones Públicas



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