
Estos productos de nicotina, discretos y sin humo, están atrayendo a las nuevas generaciones.
La nicotina ha evolucionado a lo largo del tiempo para adaptarse a cada generación. Si en el siglo XIX los cigarrillos se promovían como símbolo de elegancia, a inicios de los 2000 los cigarrillos electrónicos se vendieron como una alternativa «más saludable» y causaron una epidemia entre adolescentes. Hoy, la nicotina se ha reinventado una vez más.
Actualmente, la peligrosa moda entre los jóvenes son los «zyns», unas pequeñas bolsas de nicotina sin tabaco que se colocan bajo el labio. Su diseño discreto y sin humo los hace casi indetectables, lo que ha generado una creciente preocupación.
¿Por qué son tan peligrosos los zyns?
Una sola bolsita de zyn puede contener hasta 10 miligramos de nicotina, una cantidad equivalente a más de un paquete y medio de cigarrillos. Esto los hace extremadamente adictivos. Un usuario promedio consume entre 8 y 12 bolsitas al día, lo que expone al cuerpo a dosis masivas de nicotina.
Además, su uso en adolescentes puede tener serios efectos:
- Problemas de salud: irritación en las encías, náuseas, mareos, hipo y, a largo plazo, cáncer oral.
- Desarrollo cerebral: la nicotina afecta el desarrollo del cerebro, la salud mental y la capacidad de tomar decisiones en los jóvenes.
A diferencia del tabaco tradicional, estos productos no están tan regulados y se promocionan con sabores atractivos a frutas o menta, lo que los hace aún más llamativos para el público juvenil.
El poder de las redes sociales
Las redes sociales han sido un factor clave en la popularización de los zyns. Aunque las marcas no los publicitan directamente, han surgido «Zynfluencers», creadores de contenido que muestran su consumo a sus seguidores.
Los algoritmos de las plataformas se encargan de dirigir estos videos a usuarios jóvenes, creando un ciclo de exposición constante que normaliza el consumo de nicotina y la presenta como algo moderno.
A pesar de los esfuerzos por erradicar el tabaquismo, la nicotina ha encontrado nuevas formas de atrapar a los jóvenes. La realidad es que, lejos de desaparecer, esta adicción sigue creciendo entre las nuevas generaciones.