
PNP identifica jerarquía criminal responsable de la explotación y cobro de cupos en el cono norte.
La detención de Gabriela Segovia, alias «La madre», ha expuesto la sofisticada estructura de control y extorsión que la facción «Dinastía Alayón», vinculada al Tren de Aragua, ejercía sobre las plazas de explotación sexual en Lima Norte.
Según investigaciones de la Policía Nacional del Perú (PNP) difundidas por Domingo al Día, Segovia utilizaba una fachada carismática en redes sociales para encubrir su rol como administradora de una red de trata que sometía principalmente a mujeres venezolanas.
La organización operaba bajo un sistema de cuotas semanales de 300 soles que, ante el incumplimiento, ascendían a 500 soles, consolidando un modelo financiero basado en la violencia y el reclutamiento forzado en distritos estratégicos de la capital.
Mecanismos de captación y sometimiento
El proceso de ingreso a la red incluía interrogatorios mediante videollamadas realizados por mandos superiores para filtrar posibles infiltrados del gobierno. Una vez captadas, las víctimas —muchas de ellas menores de 20 años— eran obligadas a pagar una «inscripción» de 800 soles en un plazo máximo de tres días, además de la cuota semanal obligatoria.
La PNP reportó que la organización empleaba el suministro forzado de estupefacientes para quebrar la voluntad de las mujeres, induciéndolas a la adicción para facilitar su explotación y asegurar un estado de dependencia absoluta hacia la banda criminal.
Estructura jerárquica y retroalimentación
La «Dinastía Alayón» implementó un sistema de «ascensos» donde víctimas que lograban saldar sus deudas eran promovidas al rango de «controladoras». Esta estrategia no solo fortalecía el dominio territorial en parques y locales nocturnos de Lima Norte, sino que servía como táctica de evasión ante las autoridades, ya que estas mujeres se hacían pasar por trabajadoras independientes durante las intervenciones.
El control se mantenía mediante la coacción extrema; testimonios policiales indican que el rechazo al pago de cupos era castigado con ataques armados directos, como disparos en las extremidades.
Simbolismo y expansión criminal
Las investigaciones en los centros de operaciones de la banda revelaron el uso de rituales de santería destinados a la protección de sus líderes y el éxito de sus actividades ilícitas. Pese a la captura de Segovia y otros mandos como alias «Macaro», la policía identifica a Kevin André Rodríguez Lucena como la cabeza visible de este negocio que genera cuantiosos recursos económicos.
Las fuerzas de seguridad han intensificado los operativos para desmantelar los remanentes de esta organización, la cual representa una de las ramificaciones más violentas del crimen transnacional en territorio peruano.
| Rubro de Control | Detalle del Esquema Criminal |
| Cuota Semanal | S/ 300 (incremento a S/ 500 por mora) |
| Deuda Inicial | S/ 800 pagaderos en 72 horas |
| Método de Control | Videollamadas, mensajería y uso de drogas |
| Sanciones | Agresiones físicas y amenazas de muerte |
| Filiación | Dinastía Alayón (Tren de Aragua) |
