
Claudio Neves, de nacionalidad portuguesa, fue hallado sin vida tras el operativo de búsqueda.
Las autoridades estadounidenses confirmaron el hallazgo sin vida de Claudio Neves, un ciudadano portugués de 48 años y principal sospechoso del tiroteo en la Universidad de Brown, tras un operativo interestatal que culminó en el estado de New Hampshire.
Neves, quien fue estudiante de posgrado en la institución hace más de dos décadas, fue localizado con una herida de bala aparentemente autoinfligida en el interior de una bodega, poniendo fin a una búsqueda que movilizó a múltiples agencias de seguridad.
El trágico incidente, que resultó en la muerte de dos estudiantes, ha conmocionado a la comunidad académica mientras los investigadores intentan determinar los motivos detrás del ataque en un edificio que el agresor conocía desde su etapa formativa.
Hallazgo en New Hampshire y fin de la búsqueda
La policía estatal de New Hampshire informó en conferencia de prensa que el rastro de Neves fue seguido sistemáticamente desde una agencia de alquiler de vehículos en Massachusetts hasta un almacén privado.
En el lugar, los agentes hallaron el cuerpo del sospechoso junto a dos armas de fuego y sus pertenencias personales. Tras la confirmación del deceso, el alcalde de Providence, Brett Smiley, expresó un mensaje de alivio para la ciudadanía, señalando que la localización del sospechoso permite recuperar cierta tranquilidad en la región tras horas de incertidumbre y estrictos protocolos de seguridad.
La fiscalía identificó a Neves como el presunto autor de los disparos que terminaron con la vida de Ella Cook, oriunda de Alabama, y Mukhammad Aziz Umurzokov, un joven de origen uzbeko-estadounidense.
La presidenta de la Universidad de Brown, Christina Paxson, reveló un dato clave para la investigación: el sospechoso estuvo matriculado como estudiante de posgrado en física entre los años 2000 y 2001. Según Paxson, es razonable inferir que Neves poseía un conocimiento detallado de las instalaciones, específicamente del edificio donde se perpetró el crimen, debido al tiempo que habría pasado allí durante su estancia académica.
Aunque el hallazgo del cuerpo sugiere un suicidio, las autoridades mantienen abierta la investigación para realizar las pericias balísticas y forenses definitivas. El hallazgo de dos armas de fuego en la bodega donde se encontraba Neves es una pieza fundamental para cotejar con los proyectiles recuperados en el campus de Providence.
Mientras tanto, la universidad ha dispuesto servicios de acompañamiento psicológico para los estudiantes y docentes afectados, en una jornada dedicada a procesar el impacto de la violencia en uno de los centros educativos más prestigiosos del país.
