
Escribe Sofía Saturno
El 31 de octubre, miles de peruanos celebran Halloween con disfraces, fiestas y actividades familiares. La fecha convive con el Día de la Canción Criolla en una jornada de contrastes culturales.
Este 31 de octubre, el Perú vivirá una jornada de doble celebración: mientras algunos rendirán homenaje a la música criolla, otros se sumarán a las actividades de Halloween, una festividad de origen anglosajón que ha ganado terreno en las últimas décadas, especialmente en zonas urbanas como Lima, Arequipa y Trujillo.
Según un estudio del Grupo de Investigación de Mercados de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), el 83 % de los limeños participará en celebraciones durante esta fecha, con una clara preferencia por Halloween (63 %) frente al Día de la Canción Criolla (28 %).
Las calles, centros comerciales y colegios ya lucen decoraciones con calabazas, telarañas y esqueletos. En distritos como Miraflores, San Borja y La Molina, se han organizado concursos de disfraces, ferias temáticas y recorridos familiares, mientras que en zonas comerciales como Gamarra, la venta de disfraces y accesorios ha superado las cifras del año anterior.
El sector entretenimiento también se ha sumado con fuerza. Eventos como el Reggaetón Lima Festival 6 en el Estadio Nacional, y fiestas temáticas en discotecas de Barranco, Lince y Surco, proyectan convocar a más de 50 mil asistentes en total.
En provincias, ciudades como Piura, Cusco y Arequipa han organizado actividades comunitarias, incluyendo funciones de teatro, pasacalles y ferias escolares. En Piura, por ejemplo, la fiesta Halloween Glück celebra su décimo aniversario con una edición especial llamada La Profecía.
El Parque de las Leyendas, en Lima, ha preparado una programación especial que combina actividades de Halloween con presentaciones criollas, buscando integrar ambas tradiciones en un solo espacio familiar.

Desde el punto de vista comercial, Halloween representa una temporada clave para el consumo juvenil y familiar. Según la Cámara de Comercio de Lima, las ventas de disfraces, dulces y decoración aumentan hasta en un 40 % durante la última semana de octubre.
Las plataformas digitales también han impulsado la celebración. TikTok, Instagram y YouTube se llenan de retos, tutoriales de maquillaje y coreografías temáticas, consolidando a Halloween como una experiencia visual y compartida en redes sociales.
A pesar de su origen extranjero, Halloween ha sido reapropiado por las nuevas generaciones como una oportunidad para la creatividad, el juego y la expresión personal. Para muchos, no se trata solo de “importar” una tradición, sino de adaptarla al contexto local.
En paralelo, colectivos culturales y escuelas públicas han promovido actividades que revaloran el Día de la Canción Criolla, con presentaciones musicales, concursos de marinera y talleres de guitarra. Ambas celebraciones conviven en la agenda nacional, reflejando la diversidad cultural del país.

El Ministerio del Interior ha anunciado operativos de seguridad en zonas de alta concurrencia, así como campañas de prevención para evitar excesos y garantizar el orden público durante la noche del 31.
Halloween 2025 confirma que el Perú es un país donde las tradiciones locales y globales pueden coexistir, generando nuevas formas de celebración, consumo y expresión cultural. Ya sea con guitarra criolla o disfraz de vampiro, el 31 de octubre se ha convertido en una fecha clave del calendario social peruano.
