
Un revolucionario ensayo médico internacional, brindó a un grupo de pacientes, registrados legalmente como ciegos, una nueva esperanza. Distribuidas en cinco países europeos, estas personas, que sufren patologías oculares como atrofia geográfica (AG) o degeneración macular seca relacionada con la edad (DMAE) recibieron en cirugía una tecnología naciente que les permita volver a leer.
Consiste en la inserción de Prima, un minúsculo microchip fotovoltaico, bajo la retina. Tras la operación, se debe usar gafas con una videocámara integrada, que envía imágenes al implante como un haz infrarrojo. Un procesador se encarga de mejorar su definición, para que el cerebro las procese. El éxito depende también del paciente, que debe aprender a interpretar lo que está observando.
Los resultados de esta aplicación, publicados en el New England Journal of Medicine, son prometedores. Según declaraciones de los especialistas a BBC: “De los 32 pacientes a los que se les colocó el implante, 27 pudieron volver a leer usando su visión central. Después de un año, mejoraron hasta poder leer 25 letras o cinco líneas más en una tabla optométrica”.
Mahi Muqit, cirujano oftalmólogo consultor en el Moorfields Eye Hospital de Londres, afirmó que se espera que el implante esté disponible en algunos años. Muqit lideró la implantación de Prima para pacientes del Reino Unido.
